Esas manzanas...



Something kinda sad about
the way that things have come to be.
Desensitized to everything.
What became of subtlety?
(Tool, Stinkfist)

Raro raro. Esta es un muy mala fecha para comenzar una dieta. Hablar del tema puntual es entrar en pelambres y chuchadas para con el mundo asi que ¿para qué ser coherente cuando puedo no serlo?.
La cosa es que el puñal se sintió. Tanto como rajó la piel y como el dolor quedó. Todavía me toco la puta herida y me duele un poquito. Quedé dolido. Fué de una belleza y placer masoquista ver los dardos, las filosas palabras y las malas caras directamente señalándome. ¡Já!, por un minuto me quería desvanecer. Esa rabia contenida, ¿a pito de qué?, ¿cómo he de desearte mal si, en primera intancia, no tengo sentimientos compartidos?. Con una cuota de humildad (mira quien lo dice) negocie un bienestar y accedí a no poner el fucking guadañazo que habitualmente, en mi medio, se otorga tan amargamente al que cae en falta. Pero soy un profesor, esas cosas deben cambiar.
En otrora tuve maestros y profesores (diferencias son miles) que me llevaron por un camino determinado, bueno o malo lo decide la situación en el minuto que se vive, pero una pequeña ayuda entre las tinieblas del hacer. Muy disconforme con la educación actual siempre he creído que, al menos en mi medio, las cosas deben cambiar. Los tiempos de gloria son para que se vanagloree el eterno dichoso, el resto gozamos con lo efímero del éxito, el aplauso... a veces solo con el hacer. Pero la actitud y la disposición deben ser puras, incólumes, sin una pizca de puta maldad. Pero esas manzanas...
Estoy pegado sentado en esta silla mirando el techo....
RING
"alo?"
"Hola hijo"
"¡Madre!". -- Como si su cromosoma mutado, ese que desarrollan las mujeres en las tetas cuando amamantan, hubiera percibido algo.
"¿Cómo estas?". -- ¿qué?, ¿tiene cámaras en mi casa?. El mossad no es nadie frente a una madre.
"Acá estamos, maldiciendo la existencia".
"¿Pero como?"
Le explique todo, bueno... todo lo que se le puede decir a una madre por teléfono.
"Ahh, relájate. Las cosas van a mejorar. Sería bueno que nos viéramos un ratito. Te llamo porque hace rato que no se nada de ti. Andas medio ingrato".
"Ok. Lo sé. He estado medio colapsado con pega y otras cosas. Espero nos juntemos luego. Sé que he sido un ingrato".
Nos despedimos cariñosamente y colgamos. Me quedé mirando el techo nuevamente. Una palabra se me venía a la cabeza... ingrato.
Ingratitud, esa que nace de la ignorancia de las cosas. La que aflora cuando no puedes darte cuenta que las personas que a tu alrededor se preocupan por ti, que dedican tiempo a ti, no son correspondidas.
¡Soy un puto imbécil!, tan pecador como los que juzgo, tan malagradecido como los que condeno. No lo pensé dos veces.
TUT TUT TUTUT TUT TUT
RING RING
"¿Aaaaló?".--- Su dulce voz, gastada con los años, me acaricia como cuando era un demonito.
"¿Hola abuelo, como estai?"
"Acá estamos. Bien, sin novedad".
¿Sin novedad?. ¿Por que rechucha esperaba a que existiera una novedad?. El hombre esta viejo, maltratado por los años. En cualquier minuto lo pierdo y el muy bestia ni siquiera una llamada.
"¿Y tu?, ¿cómo te ha tratado la vida?".
No alcanzaba a terminar la frase cuando mis ojos estaban borrosos y los mocos me colgaban cual niñito de 5 años. Ese que alojó en su casa, al que educó mejor que a uno propio.
"Super. No me puedo quejar" --- Solo su sordera ocultó mi mentira.
"Ohh. No sabes cuanto me alegro. Siempre le doy gracias a Dios porque estas bien".
"Te he echado de menos, llamaba para saludarte y pedirte disculpas por lo ingrato que he sido".
"No te preocupes, pasa cuando puedas" --- como si el tiempo no fuera una limitante. ¿quien dice que mañana no lo veo mas?. Estamos tan cerca de la hora.
"Sí, me tengo que hacer un tiempo pa ir a verte, pa que nos tomemos un tecito".
"Pero yo encantado. Dejaréla tetera puesta". --- Su humor siempre me ha fascinado.
"Chao abuelo, te quiero".
"Chao Tapito. Yo tambien te quiero".
Al colgar me sentí un hijo de puta. Un ingrato que deja al viejo botado como si fuera un mueble. Pero a la vez el pecho se me abrió en dos. Un sentimiento de No-soledad, de no-abandono, de perdón y comprensión por parte del viejo me dejaron atónito. A él le da lo mismo si estoy junto a él o no mientras este bien. De alguna forma lo comprende... yo aún no.
Ay viejito, tenemos que vernos luego. Muy luego. Me da pánico ser tan estúpido y cabezadura como para dejar pasar el poco tiempo que me queda a tu lado. Sé que será sanador. Me enseñarás, sin esforzarte, cosas que solo tu mirada transmite. Esa mirada que a veces se pierde melancólica por tu ventana.
Hoy la lección es clara. No es la manzana podrida la que hay que sacar del cajón, es la sana la que debe saltar... o se podrirá con las demás.

Muse - Feeling Good