Old School

"No hubo mano amiga que me ayudara
Cuando me topé con la antigua senda,
Cuando crucé la cima y descubrí
Aquel valle de ruina y desolación;
Tras al colina de Zaman surgía
La mole enorme de una maligna luna,
Alumbrando malezas y enredaderas
Sobre ruinosas paredes jamás vistas por mí.
Lucía tétrica en ciénagas y campos,
Y unas aguas invisibles vertían vapores
Ondulantes que me hacían dudar
De mi antiguo amor por este lugar...
" (Fragmento de mi antigua senda. HP LoPvecraft; 1890 - 1937).

Se retoman las viejas andanzas. Cuando quedas solo te empiezas a cuestionar hacia donde caminar. Ugffff.. complicado. Si tienes una brújula rota en tu mano es posible que conozcas mares inimaginables, llenos de aguas turbulentas y orillas de desesperación. Solo la voluntad te mantiene semidespierto, afirmando la vela con la diestra y sosteniendo el roído timón con la siniestra. Locura, encanto, pasión, emoción. Sirenas, cíclopes, Circe... uff.. cuantas historias que contar. ¿Será posible verlas de nuevo?, yo creo que no.
Dios no existe me dijo mi abuelo y mi abuela me mintió con el Olimpo. ¿Entonces contra quién peleamos?... Ya no me queda ni un mísero cura.
Ya abracé la derecha y a la izquierda; fui idealista y pragmático; fui monje, fui mago; fui amanecer en cordillera y ocaso incendiándome en el mar. ¡La historia me hizo mirar y la obligué a besarme en los labios!, so envidia de los observantes.
Tantos yo, tantos tues.
Caballero a la antigua, casi ya no existen jinetes con los que cabalgar. Ya no existen casi sabios con los que conversar. Desaparecidos, moribundos, embarcados campañas y empresas en continentes lejanos.. sólo quedamos unos pocos. Nuestras armaduras roídas por el óxido, nuestra montura asemeja un jamelgo de feria. Y nuestros enemigos, já, no son mas que simples quimeras.
¡La vida parece gritar que construyamos nuestra tumba!.
Pero me niego
Me opongo a perecer en la materialización de la ciencia, me opongo al número y las leyes que nacen de él. ¿Pero por cuanto tiempo Sancho?.
Hoy no queda si no un camino largo y pedregoso. Pero la experiencia, el ingenio, la voluntad serán aliadas para romper estos harapos de vagabundo y extender las alas llenas de plumas con las que el poeta escribirá una nueva canción. Pero primero... buscaremos la esperanza.